Se obediente,
estudia, trabaja, cásate, ten hijos, hipotécate, mira la tele, consume, y
adorna tu casa en Navidad. Y sobre todo: NUNCA cuestiones lo que te han dicho
que tienes que hacer.
La sociedad y
la tradición, ejercen desde el día que nacemos, una poderosa influencia sobre
nosotros. Se nos adoctrina, para obedecer pautas y directrices predeterminadas
por la mayoría y para rechazar sistemáticamente ideas nuevas.
Nos desanima
formar parte de una cadena de vida prefabricada, pero asociamos con la
frustración y fracaso cualquier tentativa de cambio. Detenernos a pensar para
cambiar nuestra mentalidad, tomar las riendas de nuestra existencia, nos
enfrenta contra nuestro miedo a la libertad.
GOZAMOS DE
MECANISMOS QUE GARANTIZAN LA PARÁLISIS PSICOLÓGICA DE LA SOCIEDAD:
El miedo:
cuanto más temor e inseguridad tengamos, más necesitaremos que nos protejan,
(el Estado, las instituciones, se convertirán en nuestros aliados).
El
autoengaño: nos mentimos, para no tener que enfrentarnos a los temores e
inseguridades inherentes a cualquier proceso de cambio. Para lograrlo bastará
con mirar hacia otro lado, emplear infinitas formas de entretenimiento para
evadirnos las 24 horas del día de nosotros mismos, conseguirá que vivamos
narcotizados.
La
resignación: agotados física y mentalmente, decidimos conformarnos,
sentenciando que "la vida que llevamos es la única posible".
Asumiendo ser víctimas de nuestras circunstancias, utilizamos la arrogancia y
el cinismo contra las personas que piensan distinto, para defendernos en caso
de sentirnos cuestionados. Y nos rellenamos de escepticismo para justificar una
vida de segunda mano. Por último, el mecanismo de defensa más cruel:
La pereza,
cuyo significado quiere decir "tristeza de ánimo de quién no hace con su
vida aquello que intuye o sabe que podría realizar".
"Formamos
parte de una sociedad tan enferma que a los que quieren sanar se les llama
raros y a los sanos se les tacha de locos
Nadie dijo que
fuera fácil, pero para empezar a cambiar sólo hay que dar un primer paso.
El autor de este artículo:
Fernando Ramírez
Sigue en twitter a @Etienne_F
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